martes, 5 de julio de 2011

Friedrich Nietzsche

Nadie conversa conmigo que no sea yo mismo, y mi voz
me alcanza como la voz de los moribundos. Permíteme
hablar contigo, voz amada, contigo, el último aliento
recordado de toda felicidad humana, aunque sea
durante una hora. Porque gracias a ti me engaño y
descreo de mi soledad y me miento y me indico un
camino de retorno a la multiplicidad y al amor; porque
el corazón teme creer que el amor ha muerto. No
puede soportar los helados estremecimientos de la más
solitaria de las soledades.
Me impulsa a hablar como si yo fuera Dos.

3 comentarios:

  1. oye qué notable... en qué libro está esto?

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  2. Lo pillé volando en una libreria, y le saqué una foto. Detalles del día a día, no sé en que libro está! :)

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    Respuestas
    1. yo lo ví después del prólogo de la biografía "La pasión de Michel Foucault" de James E. Miller

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